"Pensé que no llegaría nunca este día, pero por fin te atreves a vivir para mi"
Estando por más de 48 horas en mi habitación, pensando si vale mas la vida sin ti, tome la desición de correr directo a tus brazos, fue difícil al principio, pero no dude ni un segundo en hacerlo, el insomnio era cruel y mi cama muy grande, la distancia era una maldita y mi corazón estaba distante.
Tanto amor suplicaban mis 4 paredes, mis 3 almohadas querían sentir tu cabello, mis 2 sábanas pedían tocar todo tu ser, y mi cuerpo, extasiado y sin respiración, lloraba de angustia por no tenerte, por estar muy lejos, por la incertidumbre del "mañana".
Cerré los ojos por un segundo, pensé que podría soñar, o quizá solo podría descansar, pero fue un golpe lo que me despertó, me enseño la vida sin ti, me tomó del pecho y me saco el corazón, me destrozó, desgarro mi alma y después me arrojó a la cama; el día comenzaba ya, el sol salía y la luna poco a poco se metía en mi maleta.
Desperté, fue eso lo que yo pensé, pero no fue asi, nunca me dormí, todo el tiempo estuve en constante pensamiento, estaba equivocado, me hice experto en vivir y conocerte, en amarte, solo por eso tome mi maleta y salí por la puerta de atrás, para que nadie notara mi ausencia, mi excepción, mi despedida vana y vacía; solo a unas horas de ti, pocos centímetros nos separaban ya, mi viaje estaba en camino, no había marcha atrás y aunque el miedo se apoderaba de mi, ya estaba a 2 horas de ti.
Llegue y caminé por luces tenues, mientras platicaba con mi yo mismo, el soliloquio frenaba el tiempo por un solo momento, buscaba la forma más rápida de llegar a tus labios, pero recordé que no hay distancia ni tiempo cuando pienso en ti, a si que solo corrí y corrí por el mundo, no había distancia, pude volar, gritar e incluso morir por 3 segundos: al fin llegué bajo nubes claras a tu instancia, a tus dudas... te amo todavía.
Íbamos descalzos sintiendo el adoquín, la sombra, buscando respuestas que sabíamos no nos detendrían, dentro de nosotros estaba un palpitar, yo pude sentirlo, estábamos adheridos a un solo cuerpo, tomados de la mano olvide mi historia, y quien había pasado por ella, cuando nos besamos, pasaron días y semanas, naufrague en tus labios, te pedí de una y mil maneras que nunca te fueras a marchar de mi vida, cambie el concepto de tu vida, sabías que el amor era ya mas que solo una palabra.
Planeamos una vida con futuro prometedor, una casa, un jardín y diez mil diseños de nuevas estrellas que tu iluminarias para mi, me tomaste de la mano y me dijiste "TE AMO".
Todo paso como un rayo en mi pecho, pensé que estaba en otra vida, renacer era la palabra, volver a vivir, hablarte por horas mientras giraba el mundo, tocar tu piel y que el resto simplemente pasara sin vernos, había llegado el día, en que, después de mil días sin ti, tú eras la princesa de mi cuento, eras solo mía, los nervios me traicionaban y decirte que no estás sola era algo pequeño en el mundo, me enseñaste el sentido de un "Te amo", incluso con una sola sonrisa lograste que mis latidos se detuvieran, de tanto amor que me diste, sufrí un ataque al corazón, pero tu me cuidaste y viví en tu mirar... Me besaste y yo no deje de mirarte cuando te recostaste en mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario